La ética o los valores de la creatividad como trasfondo de la moda y estilo, desde mi punto de vista, se ha distorsionado.
Ahora se trata de producir y consumir a tope sin tener en cuenta cómo está hecho, de dónde viene, por qué está hecho así, es decir, no se da relevancia a la historia que hay detrás de la ropa/complementos. Tanto a nivel creativo, expresivo como a nivel humano.
Según mi visión, las prendas son expresión artística y veo cómo se ha perdido ese significado en muchos casos, pasando a ser algo puramente funcional (vestirnos por no ir desnudos) y a la vez por el reconocimiento del exterior (marcas que determinan que estás en un estatus social u otro, tendencias que marcan si estás “a la última o no”,etc). No percibo la idea de que la ropa sólo sea algo funcional, para mi es expresión artística.
1- ¿Por qué concebir la moda como expresión artística?
Porque es un canalizador de lo que somos. Aquello que nos define, puede ser expresado a través de la indumentaria. La moda es expresión y a la vez, tú expresas llevando eso que escoges llevar. Se trata de sentirse cómodo con lo que se usa, saber que va contigo, con tu estilo, es plasmar a través de la ropa quién eres.
⇒ La moda y el estilo van de la mano.
⇒ La moda es la herramienta para expresar lo que eres.
⇒ La moda es el medio a través del cual consigues un estilo que te caracteriza.
⇒ La moda es algo que se crea, es ese “disfraz” que te permite expresar el personaje que eres.
⇒ El estilo es ese personaje, es algo innato en cada uno según la personalidad, los gustos y lo que deseas expresar.
⇒ El estilo es la esencia mientras que la moda es el envoltorio.
⇒ Para que haya una armonía expresiva, uno ha de conocer “su personaje” y ser coherente según lo que te define, para poder elegir moda que vaya en sintonía con ello.
⇒ Ser consciente de tu estilo + elegir la moda que lo representa = Expresar lo que eres a través del vestuario.
Si uno tiene gustos etiquetados como extravagantes (según su personalidad) y quiere ser coherente con lo que expresa a través del vestuario, escogerá vestimenta extravagante (ya sea por las formas, los colores, las texturas…).
Desde afuera puede gustarte o no lo que lleve, pero esa persona llevará lo que siente que le caracteriza. De ahí que la belleza es algo que no está impuesto por “lo que se tiene que llevar” según las normas establecidas (tendencias o principios básicos culturales y actuales sobre lo que es la belleza). *Del tema belleza se hablará en otro post más ampliamente*.
2- ¿Cómo conocer el estilo de “mi personaje”?
Ésto es sencillo. Pero primero hablamos de los aspectos que limitan a la hora de conocer el estilo de uno mismo. Hay dos principales:
⇒ No conocerte a ti, tus gustos, tus preferencias, en definitiva, lo que te personifica.
⇒ Que te lances a querer ser como otro. Y no me refiero a que otro te inspire y de ahí obtengas ideas que te sirvan para definirte, sino copiar literalmente. Copiar por el hecho de que ese estilo sea impuesto socialmente o porque niegues lo que eres hasta un punto de querer ser una calcomanía de otra persona.
⇒ El estilo es algo natural y esencial en cada uno.
Cuando se habla de que alguien no tiene estilo, se debe a que ha olvidado su propia expresión. Al soltar los condicionamientos impuestos, emerge lo que ya está ahí, el estilo.
No estoy en contra de las tendencias. No se trata de rechazar eso. Las tendencias las veo como un juego, cuando vas a una fiesta de disfraces y hay un tema o varios temas propuestos para los invitados. Y han de vestirse con algo premeditado, relacionado con una temática.
Las tendencias están ahí, uno es libre de jugar a su juego o no. A veces limitan porque si eso que se lleva no va con nuestro estilo, y cedes a ellas por no salirte de “lo normal impuesto”, estás alejándote de tu propia expresión.
En cambio si libremente no te quieres ver condicionado, estás siendo íntegro con tu estilo, y finalmente llevas lo que te nace llevar.
En caso de que justo eso que está de moda esa temporada, vaya en consonancia con tu estilo, entras a jugar con las tendencias, pero no porque sea algo impuesto sino porque va contigo. Sigues siendo libre porque las tendencias no te condicionan sino que son útiles para ti en ese momento.
Y no pasa absolutamente nada por no llevar lo que se lleva, puedes encontrar otras prendas. Por ejemplo, los pantalones pitillo no son nada de mi estilo y nunca he tenido unos, a pesar de que desde hace años son tendencia. Y por ello no voy sin parte de abajo. Uso otras cosas que sí son de mi estilo: leggings, faldas, pantalones de campana, shorts… y sin problemas.
3- ¿Cómo conseguir que el vestuario plasme mi estilo?
Una vez que conoces tus gustos y te decides a ser coherente en llevar ropa que exprese lo que eres, libre de imposiciones y de calcomanías, sólo queda elegir aquello que resuena contigo.
⇒ Flechazo visual: Lo primero es tener claro el estilo. La elección de piezas que te representen viene rodado una vez sepas cuál es tu estilo. Es como saber de qué te quieres disfrazar y elegir los disfraces que encajen con esa idea. Y es muy fácil porque visualmente cuando algo va contigo, de forma innata esa pieza llama tu atención.
Incluso los niños lo tienen claro. Es común que un niño te pida algo de un color porque le gusta, o de una forma porque eso llama su atención. Visualmente nos atrae una cosa y no otra.
Es el primer instinto a la hora de elegir vestuario: lo visual. Si algo ya no te gusta, ni siquiera miras el precio o quieres probártelo.
⇒ Accesibilidad de la prenda: Lo típico que se hace después de que alguna pieza te guste, mirar si está tu talla, que el precio encaje dentro de tu presupuesto y que una vez probado en tu cuerpo, te guste cómo te queda. De ahí normalmente ya se pasa a comprar esa prenda que va perfecta para ti.
⇒ Lo que hay detrás: Esta forma para algunos es común y para otros no tanto. Porque lo más habitual es que te entre por los ojos, que el precio te encaje y te quede bien en tu cuerpo.
Me refiero a mirar la etiqueta. Y no la etiqueta del precio o la talla sino a la etiqueta que dice la composición, y dónde está hecha. Interesarse por el trasfondo de la prenda.
Se trata de dar relevancia y consciencia al proceso de realización de las prendas y complementos. La producción es importante, tanto a nivel humano, empresarial, ambiental… no es lo mismo estar producido de una forma que de otra. Todo ello conlleva consecuencias.
El concepto de «moda rápida» ha pasado a producir ausente de principios y ética. Pasa por encima de los derechos humanos, desde mi punto de vista, no tiene sentido que haya trabajadores en condiciones inhumanas o incluso gente muera para que otros podamos vestirnos de forma barata, con mucha variedad.
⇒ Somos responsables de esta situación: unos por la producción y otros por el consumo.
¿Soluciones? ¿Está en nuestras manos transformar la situación actual en el sector textil? ¿Cómo podemos consumir de una forma más cuidadosa?
Estas preguntas y otras más, van a ser tratadas en los próximos posts. No voy a dar la chapa queriendo imponer a nadie nada, sino dar mi visión, informar y dar soluciones (hablar de marcas) que valoran la moda como fenómeno expresivo y tratan de hacer su trabajo con la mayor ética posible. Porque existen las marcas más respetuosas y no es tan caro como parece.
¿Cuál es tu fórmula a la hora de escoger prendas? ¿Qué es más relevante para ti: lo visual, precio, cómo está hecho…?
Te invito a aportar cualquier idea, pensamiento o lo que se te ocurra. Abajo puedes comentar lo que te parezca.
Gracias 🙂
Me encontré con tu articulo por casualidad. Me gusto mucho, seguire leyendo
E. Rios – Argentina
Muchas gracias!! 😉